Endodoncia

La endodoncia, comúnmente conocida como tratamiento de conducto, es un procedimiento odontológico que se realiza para salvar un diente dañado o infectado. Su objetivo es eliminar la pulpa dental afectada (el tejido blando dentro del diente), limpiar y desinfectar los conductos radiculares, y sellarlos para prevenir infecciones futuras. Este tratamiento es esencial para conservar el diente natural, evitando su extracción.

¿Cómo se realiza una endodoncia?

1. Evaluación inicial: Se realiza una revisión completa del diente afectado, utilizando radiografías para evaluar el daño y planificar el tratamiento adecuado.

 

2. Anestesia local: Se aplica anestesia para que el procedimiento sea indoloro. El dentista abrirá el diente para acceder a la pulpa dañada o infectada.

 

3. Limpieza de los conductos: Se extrae la pulpa dental infectada o muerta, y se limpian minuciosamente los conductos radiculares. Este paso es crucial para eliminar cualquier bacteria o tejido dañado.

 

4. Sellado del diente: Una vez limpios, los conductos se rellenan y sellan con un material especial para prevenir infecciones futuras. Posteriormente, el diente se restaura, generalmente con una corona, para devolverle su fuerza y apariencia natural.

 

Beneficios de la endodoncia

- Conserva el diente natural: El tratamiento de conducto permite mantener el diente original, evitando la necesidad de una extracción.


- Alivia el dolor: La endodoncia elimina la infección y el dolor asociado a un diente afectado, proporcionando un alivio inmediato.


- Previene la propagación de infecciones: Eliminar la pulpa infectada evita que las bacterias se extiendan a otras partes de la boca o incluso al cuerpo.

 

¿Es doloroso el tratamiento?

Gracias a la anestesia moderna, la endodoncia es un procedimiento indoloro. Durante los primeros días después del tratamiento, es normal experimentar molestias leves, que pueden controlarse fácilmente con analgésicos recomendados por el dentista.

 

¿Cuándo es necesario el tratamiento?

La endodoncia es necesaria cuando la pulpa del diente está inflamada o infectada debido a caries profundas, lesiones dentales o fisuras en el diente. Los síntomas más comunes que indican la necesidad de un tratamiento de conducto incluyen dolor intenso, sensibilidad prolongada al calor o al frío, e hinchazón en las encías.

¿Es el tratamiento adecuado para ti?

Si presentas dolor dental o has sufrido una infección en un diente, la endodoncia puede ser la solución para preservar tu diente y aliviar los síntomas. Este tratamiento es seguro, eficaz y puede prolongar la vida útil de tu diente por muchos años.

 

¡Protege tu salud bucal y mantén tu diente natural con un tratamiento de endodoncia, diseñado para eliminar el dolor y la infección de manera efectiva!